Todo paisaje es un mapa

Biblioteca Central de Cantabria. Del 25 septiembre al 25 de octubre 2019

Comisaria
Alexandra G. Núñez
Artista
Vicky Kylander

…I am contented, for I know that Quiet
Wanders laughing and eating her wild heart
Among pigeons and bees, while that Great Archer,
Who but awaits His hour to shoot, still hangs
A cloudy quiver over Pairc-na-lee.
In the Seven Woods (William Butler Yeats)

 

De la misma forma que surge la naturaleza, nace la obra de Vicky Kylander. Se establece una dinámica creadora en la que la armonía del conjunto de los trazos, manchas y colores se combinan en el tiempo y el espacio para dar lugar a su creación. Planos de color que distribuyen el lienzo de forma sinuosa son el punto de partida de una conversación directa con la pintura. Sin necesidad de narrativa, ni retórica, el espectador puede adivinar en cada capa de color un territorio, un paisaje, animales camaleónicos y una suerte de caos orgánico que consigue ensamblarlo todo con gran maestría. En el proceso está su clave y el reto es descifrarla.

Cercana al informalismo, Kylander nos traslada a una vorágine de líneas, gestos, expresión, movimiento y tensión que amalgama hasta conseguir un estado de equilibrio en el que la resulta fácil captar la mirada del espectador para hacerlo entrar en su mundo, retenerlo y plantear una reflexión sobre la naturaleza inestable de las cosas.

Visceral, salvaje y vibrante son tres adjetivos que reflejan el poder pictórico de la artista. Kylander pinta fruto de una pulsión vital y de eso se da cuenta cualquiera que se enfrente a su trabajo. La plasticidad de su pintura deriva de la relación entre ella, el propio pigmento y la forma en la que surge. El diálogo que establece sobre el lienzo y la pintura como materia da lugar a un trabajo cargado de expresión y significado. Se tacha y reafirma al igual que en el paisaje real surge y desaparece la vida.

Forma y color hacen que nuestros sentidos palpiten ante una tela repleta de experiencias sinestesicas. Trazos independientes que por sí solos parecen insignificantes se unen poderosamente para organizar el espacio. La casualidad de la apariencia con lo real construye en nuestro imaginario un universo de posibilidades. Su obra acontece como un registro grafológico de la naturaleza en constante cambio.

Esta pintura con la que aquí nos encontramos, es una pintura vivida y sin necesidad de artificios, una pintura que de forma natural activa nuestros mecanismos sensoriales para hacernos imaginar todos los paisajes del mundo.

Alexandra G. Núñez