Menéndez Pelayo, 56 años para recordar (1856-1912).
Biblioteca Central de Cantabria. Marzo-Abril 2012Comisaria
Alexandra G. Núñez
Artistas
Artistas: Tomás Hoya, Laura Escallada, Pablo Burgueño, Juanjo Viota, José Luis Ochoa, Majo G. Polanco, Santiago A. Sagredo, David Arteagoitia, Sonia Higuera, Alexandra G. Núñez, Marga G. Polanco, Valvanuz Lezcano, Vicky Kylander, Cocktail Party Effect.
LUCES Y SOMBRAS A PROPÓSITO DE MENÉNDEZ PELAYO
El Excelentísimo Señor
Don Marcelino Menéndez y Pelayo
Senador del Reino, Director de la Biblioteca Nacional y de la Real Academia de la
Historia, individuo de número de las Reales Academias Española, de Bellas Artes
y de Ciencias Morales y Políticas, caballero Gran Cruz de Alfonso XII, etc.
ha fallecido en la paz del Señor el día 19 de mayo de 1912
a las seis media de la tarde
después de recibir los Santos Sacramentos y la Bendición Apostólica.
R.I.P.
Todos los periódicos se hicieron eco de la noticia. El Diario Montañés lucía la esquela en su portada a toda página durante los dos días consecutivos a su defunción. El clero santanderino concedió cincuenta días de indulgencia a sus fieles y el nuncio papal un centenar. Los comercios cerraron sus puertas en señal de duelo y los buques de la bahía “tenían el pabellón a media asta y caída la bandera de la matrícula de Santander”. Aquellos que lo tuvieron por sabio, genio y gloria nacional, publicaron numerosas hagiografías, panegíricos y apologías sobre el polígrafo santanderino. Pero el reconocimiento que alcanzó en vida y tras su muerte, se vio oscurecido medio siglo después, cuando su legado fue reinterpretado y, en cierto modo, apropiado desde algunas facciones católico-monárquicas que monopolizaron su discurso, provocando su olvido paulatino. Pese a todo, la figura de Menéndez Pelayo ha estado y sigue estando muy presente en la vida de la ciudad, si bien, más allá de su nombre y su condición de escritor erudito, sigue siendo un perfecto desconocido para la inmensa mayoría.
Historiador, filólogo, crítico, poeta, traductor, bibliotecario, profesor, académico, político, investigador, compilador, bibliófilo y “estudiante perpetuo”, Marcelino Menéndez Pelayo fue sin duda una persona polifacética que comenzó a destacar a una edad muy temprana. Licenciado a los 17 años, doctor a los 18, catedrático a los 21, académico a los 25. Murió cinco meses antes de cumplir los 56. Sin embargo, le dio tiempo a escribir y a reunir una obra ingente y valiosa que hoy es parte de nuestro patrimonio cultural.
Cumplidos los primeros cien años desde su muerte, el colectivo “Junto a la Menéndez” se ha propuesto ilustrar sus luces y sus sombras, su memoria y su herencia a través de una selección de catorce propuestas artísticas de signo multidisciplinar.
La pintura, el dibujo, el grabado, la escultura, la instalación, la fotografía o el vídeo son los medios elegidos para repensar, desde distintas vertientes y aproximaciones, la figura que está detrás de la biblioteca, el paseo, el colegio y la universidad internacional que hoy llevan sus apellidos.
Las interpretaciones de cada artista multiplican las posibles lecturas sobre el escritor, completando un recorrido heterogéneo, donde los guiños metafóricos se dan cita con posiciones más o menos ambiguas, simbólicas o críticas hacia la figura del erudito y, sobre todo, hacia la escritura misma. “La naturaleza humana es demasiado complexa para poder ser explicada por una cualidad única, aunque sea la dominante, dejando en la sombra todas las demás, que también a su manera son generadoras y no engendradas”, dejó escrito el homenajeado. Pues así sea.
Marta Mantecón